La plancha transfer es el elemento primordial en todo proceso de sublimación. Si la descuidas puede que empiece a darte problemas e incluso que acabe estropeándose. Dicen que lo cuidarás tanto como lo quieras, y a tu plancha tienes que quererla mucho. A cambio, nosotros te damos unos pocos consejos para que la trates con cariño.
Consejos para el mantenimiento de tu plancha transfer
Mantener tu plancha limpia y cuidada es el primer paso para darle una larga vida al rey -o a la reina, que aquí somos inclusivos-. Hay distintas formas de garantizar este cuidado:
- Mientras no la utilices, mantenla apagada y desenchufada. Si la usas durante largos períodos de tiempo, dale un descanso cada 4 horas.
- Pasa regularmente un paño por el plato superior de la plancha para eliminar cualquier rastro de tinta.
- Elimina las manchas que pueda haber en el plato. Antes de hacerlo, asegúrate de que la plancha está fría y desenchufada y emplea un paño con un poco de alcohol (y digo un poco, esto no es el laboratorio de Walter White).
- Cuida sus articulaciones (nadie quiere una plancha con artritis prematura). Engrásalas una vez al mes para evitar que se desgasten.

Materiales para el cuidado de tu plancha transfer
Recuerda que hay recursos para prevenir el deterioro de tu plancha. Si no los usas… en tu conciencia quedará.
- Utiliza papel protector cada vez que sublimes un objeto. Este papel actúa como lámina para proteger la superficie de la plancha y evita que la tinta y otros residuos ensucien el plato.
- Protege el plato superior con una lámina de teflón.
- Protege la base de la plancha con fundas protectoras.

Si quieres que tu plancha te tenga el mismo cariño que tú le tienes a ella, ya sabes lo que tienes que hacer. Sigue nuestros consejos y vuestra relación será estable y duradera, te lo prometemos.